Monstruosamente influenciados

Vale, creo que he agotado mi tiempo de espera para responder la pregunta de ¿Creadores de opinión cultural o gestores de noticias culturales? Así que allá va mi reflexión, intentaré gestionar lo mejor que pueda esta entrada y no crearles opiniones de las que luego se puedan arrepentir.

Tras haber leído las reflexiones de algunos compañeros en sus respectivos blogs sobre las cuestiones que plantea esta pregunta, yo tengo que decir que no creo que los periodistas o sean una cosa o la otra, o deban ser de una manera o la otra, o se conviertan en una cosa o en la otra. Primeramente porque hablamos de periodistas especializados en cultura, y en cultura, como alguien dijo alguna vez, o me suena que alguien dijera alguna vez, cabe todo lo que no sea política, economía o sociedad. Quiero decir, que la gente tiene sus propios gustos, sus propios criterios en los que es muy difícil entrar y cambiarlos, pero también pienso que puedes cambiarlos si esa persona es afín a esos pensamientos. Ya sé que no me explico, pero mi respuesta clara a esta pregunta es que no pienso que o se es creador de opinión cultural o gestor de noticias culturales, puedes ser ambas cosas o ser lo primero para unas cosas para un cierto público y ser la segunda para otros temas y otros públicos, o simplemente ser lo mismo y para un público actuar de un modo y para otro público actuar de otro modo.

Intentaré explicarme con un ejemplo que me ha pasado a mí. Soy lector de la revista Fotogramas desde hace seis o siete años y las tengo todas bien a salvo de los deterioros del tiempo. Yo en este caso soy muy proclive a creerme todas las críticas que leo y a opinar lo mismo que se opina en la revista, hasta tal punto, que a veces me asusto de los detalles que llego a compartir con ella. Aquí se me plantea mi primer dilema, porque ¿esto me sucede porque me dejo influenciar? ¿a dejarme crear una opinión por creadores de opinión? ¿o simplemente son gestores de noticias culturales que, con el paso de los años y al ser yo un lector asiduo, me he ganado su confianza y la mía porque por mis gustos coinciden con todo lo que en la revista se expone? es algo que no sé si puede llegar a saber. Que una revista haya influenciado en mis opiniones y mis gustos o si he sido yo el que he hecho que esa revista me guste porque refleja todo lo que yo mismo pienso.

Algo así me pasó con la película Monstruso. Como muchos, soy muy fan de la serie Perdidos. Llevo enganchado, hablando y viviendo por ella desde el verano del 2005. Por ello mismo, al enterarme de que su creador J.J. Abrams iba a producir una película muy en la línea LOST, según los rumores, es evidente que se despertó un gran interés en mí. Además, la gran campaña de promoción que se creó aumentó aun más las ganas de que llegara la película. Bien, pues todo esto, emoción a parte, también despertó un gran presentimiento de que la película sería un gran fiasco debido a las espectativas tan buenas que se esperaban. Pues bien, cual fue la sorpresa para mí cuando mucha gente me empezó a decir que la película tan esperada por muchos era montruosa, no por el título, sino por lo horrible que era. Vale, bien. A partir de ahí se me quitaron tanto las ganas de verla que al final, a día de hoy, aun no la he visto.

Pero ahora todo ha cambiado con el nuevo número de marzo de Fotogramas al ver la crítica de Jordi Costa sobre Monstruoso y ver también que le ha dado cinco estrellas. No me hizo falta leer más, las ganas de ver de nuevo esta película han aumentado ahora más incluso que al principio de todo. Así funciono yo. Pero es que lo bueno va a ser cuando la vea y coincida seguramente con el señor Costa, que dice que lo peor de la película es la incomprensión de su público potencial. Yo antes era su público potencial, pero ahora, tras desilusionarme sólo con las críticas de la gente sobre lo mala que era, ahora me he vuelto su público real, el público que cree que el tiempo jugará en favor de esta película. Y todo esto lo creo y lo pienso sin haberla visto. No tengo nada más que decir sobre si somos creadores de opinión y gestores de noticias culturales. Está claro que para unos esto será creador, aunque para muchos otros, haber leído esta crítica hubiera sido un simple gestor.